Hábitos necesarios cuando haces deporte

Incluir el deporte como una actividad más en nuestro día a día es esencial para llevar un estilo de vida saludable y mantener una buena forma física. Sin embargo, siempre hay que hacerlo con moderación, ya que el exceso de ejercicio es tan perjudicial para la salud como el sedentarismo.

Según la OMS, la vida sedentaria es uno de los cuatro factores principales de mortalidad. Ser sedentario provoca bastantes casos de diabetes, infartos, cáncer de mama y colon, y sobrepeso. Por el contrario, hay numerosos estudios que demuestran que la actividad física ayuda a evitar o paliar estas enfermedades. Aquí te dejamos los hábitos que debes interiorizar para hacer deporte de la mejor forma posible.

 1. Elige el ejercicio adecuado. 

El primer paso para convertirte en una persona fitness es saber qué deporte es el ideal para ti. La edad, la forma física, la fuerza o la resistencia son factores a tener en cuenta para elegir un ejercicio u otro. Puedes recurrir a especialistas para un mejor asesoramiento sobre qué entrenamiento se adapta mejor a ti y a tus objetivos. Que te guste lo que haces es muy importante para no perder la motivación. Bailar, patinar, nadar, pasear, ir al gimnasio, seguir videos de rutinas en casa… ¡hay muchas opciones para combatir el sedentarismo! Ve al médico antes de empezar cualquier ejercicio físico para conocer tu nivel, sobre todo si has padecido o padeces alguna enfermedad. Plantéate objetivos razonables y elige actividades de intensidad, volumen y frecuencia acorde a ellos. 

 

2. Empieza con el calentamiento y estiramiento de los músculos. 

Si no se estiran los músculos antes del entrenamiento, es más fácil sufrir lesiones. Practicar ejercicio sin un calentamiento previo de unos 5 o 10 minutos aumenta las posibilidades de tener artrosis en rodillas y hombros. Debes realizarlo de forma progresiva, ir de menos a más intensidad para reducir la tensión muscular y activar el cuerpo con la elevación del ritmo cardiaco

3. Equipamiento y ropa adecuada. 

Un buen equipamiento reduce las posibles lesiones y aumenta la eficacia de los ejercicios. La ropa debe ser cómoda, mejor si es de algodón, ya que este material mejora la regulación de la temperatura corporal. El calzado varía según el deporte, pero también es fundamental que sea cómodo y se adapte bien a nuestro pie para evitar rozaduras y lesiones. Otros accesorios imprescindibles son una mochila donde llevar agua para mantenerte hidratado, una pequeña toalla y unos guantes.

4. Constancia. 

Mucha gente comete el error de ejercitarse de forma excesiva nada más empezar. Este comportamiento es contraproducente, lleva a una rápida desmotivación y causa efecto rebote. Es mejor empezar con ejercicios de baja intensidad e ir aumentando en función de tus progresos, no comenzar con una actividad agotadora. Como ya hemos dicho, el exceso puede desembocar en problemas circulatorios y cardíacos, también provoca la sobrecarga de los músculos, por eso se recomienda empezar con 150 minutos de deporte semanales. 

  

5. Buena alimentación diaria. 

El deporte no es lo único necesario para llevar una vida sana. Si quieres ver resultados, debes controlar lo que comes. La alimentación tiene la misma importancia que el ejercicio físico, ya que no sirve de nada entrenarse si todo lo que perdemos lo volvemos a ganar comiendo. Adapta tu alimentación a tus objetivos físicos. Alguien que busca perder grasa no debe comer lo mismo que alguien que quiere ganar músculo. Existen determinados alimentos que ayudan a mejorar el rendimiento y llegar antes a nuestras metas, como los cereales, los frutos secos y las frutas. Recuerda beber mucha agua y tener siempre algo de picar a mano mientras entrenas por si se produce una bajada de glucosa.  

6. Descansar y no hacer sobreesfuerzos. 

Otro error que se suele cometer al empezar con el ejercicio físico es reducir el tiempo que le dedicas a otras tareas cotidianas. Debemos convertir el deporte en una rutina, pero no hay que obsesionarse con él. Esto puede llegar a producir ansiedad, irritabilidad, insomnio y pérdida de defensas. El descanso es el tercer pilar de la vida sana, junto con el ejercicio y la alimentación. No hay que llevar el cuerpo al límite, los músculos necesitan un tiempo para repararse. 

Si te preocupa tu salud física y mental, recuerda estar físicamente activo y seguir todo estos consejos para que hacer ejercicio solo te aporte beneficios.