Se trata de una actividad naútica creada por el francés Franky Zapata en 2012. El diseño consiste en una tabla bajo los pies que cuenta con dos potentes chorros hacia abajo que permiten al que los lleva volar sobre el agua, sumergirse en ella y hacer todo tipo de piruetas, según las habilidades y experiencia adquiridas.
Existe la modalidad competitiva donde los rider realizan acrobacias imposibles para los iniciados en flyboarding. El control de la presión del agua está a merced de los rider mediante un gatillo en su mano conectado inalámbricamente a la moto de agua.
El sistema de propulsión es parecido al de una moto de agua convencional, la cual recoge agua por la proa y, a través de una turbina, la expulsa a gran presión por la popa, impulsando la moto. En flyboard esa salida de agua está conectada a una manguera de 20 metros y lleva toda esa presión a una tabla, dividiendo el flujo de agua entre dos codos de menor sección que lanzan el agua hacia abajo.
Este mecanismo permite un gran empuje bajo los pies, que normalmente suele estar controlado por el instructor de turno desde la propia moto acuática. La tarea de quien practica flyboard es aprender a mantener un control de tu cuerpo y a equilibrarse en primer lugar, para posteriormente desplazarse, girar, etc.