¿Sabes por qué el Ajedrez se considera deporte?

Juego, pasatiempo, arte, ciencia… cada persona le da un calificativo distinto al ajedrez, pero en realidad es un deporte. 

Se considera deporte “toda actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas”. Basándonos en esta definición el ajedrez es un deporte. Este calificativo supone muchas ventajas en lo respectivo a la financiación, ya que muchas fundaciones y programas de gobierno solo financian “deportes”, por lo que al entrar en este grupo recibe más ayudas.

El ajedrez es un juego de estrategia en el que dos personas compiten frente a un tablero cuadrado de 64 casillas y dos grupos de 16 figuras para cada jugador, unas blancas y otras negras, cada una de ellas con movimientos y posición determinadas. El objetivo es derrocar al rey del oponente para poder decir “jaque mate” y poner fin a la partida. Se juega en todo el mundo, sin importar edad, raza, sexo, ingresos o idioma. La lucha y el espíritu de superación, la autoestima, el respeto al rival o aceptar el resultado de la partida con deportividad son los valores que intenta transmitir.

Aunque el Comité Olímpico Internacional (COI) y más de 100 países lo reconocen como un deporte, todavía quedan muchos exceptivos que se niegan a aceptar que haya deportes en los que no sea necesario moverse o ir detrás de una pelota. Pero el nivel de esfuerzo físico no es un criterio adecuado para decidir si una actividad es deportiva o no. El ajedrez también cansa, aunque no de la misma manera que los deportes a los que estamos acostumbrados. Aquí te mostramos los motivos que hacen que el ajedrez sea un deporte más. 

Es competitivo

El objetivo es ganar al oponente. La intensidad de la competición está al nivel de cualquier partido de fútbol. La concentración es fundamental para no cometer errores, porque, al contrario que en otros deportes, aquí el más mínimo fallo puede arruinar todo lo anterior y hacerte perder. El estado de alerta es permanente y conlleva un gran desgaste psicológico y físico. Es el ejemplo perfecto para entender que los deportes competitivos pueden interpretarse como juegos de estrategia que difieren solo en su manifestación física. También requiere disciplina. Sus jugadores necesitan un entrenamiento constante, ordenado y riguroso para obtener los mejores resultados. 

 

Es estructurado

El campeonato mundial se organiza desde 1886. Hay competiciones de todos los niveles, desde escuelas y universidades hasta torneos mundiales. En España hay unos 30.000 federados.

Aptitud física

El gran esfuerzo mental que se debe hacer requiere una buena condición física. Los jugadores deben mantener la concentración durante partidas que pueden llevar horas o incluso días en el caso de los torneos oficiales. A medida que aumenta la tensión, también aumenta la presión arterial, el pulso y la respiración. Los profesionales pueden llegar a quemar hasta 7 mil calorías diarias cuando están en una competición debido al estrés que genera. En los campeonatos mundiales, los participantes tienen un equipo de nutricionistas y preparadores físicos para tratar los dolores de cabeza o el insomnio que también puede aparecer.  

 

Código de comportamiento

La normativa está bien definida, es compleja y rigurosa. De este reglamento se encarga la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE). Al igual que en otros deportes, en el ajedrez se penaliza a los jugadores por falta de deportividad. Están prohibidos los móviles y existe una política antidopaje. 

 

Reconocimiento europeo

24 de los 28 Estados miembros de la Unión Europea lo reconocen como deporte. Reino Unido, Irlanda, Bélgica y Suecia son las excepciones, aunque este último se está planteando reconocerlo próximamente. 

Clasificación de jugadores

En 1960 se desarrolló el sistema ELO, un sistema de clasificación de jugadores según su nivel que a día de hoy ha sido adoptado por otros deportes, como el fútbol americano, el béisbol, el baloncesto o el golf, entre otros.  

El ajedrez es un deporte que está aceptado en muchísimos países y cuya práctica origina un gran desgaste físico y mental. Pero también tiene muchos beneficios, aquí te dejamos unos cuantos.

  • Estimula la actividad mental y la memoria. 
  • Es una excelente terapia de estimulación cognitiva.
  • Previene enfermedades como el Alzheimer.
  • Mejora el nivel de atención. 
  • Potencia la capacidad de enfrentarse a diferentes situaciones y la habilidad para resolver problemas.  
  • Desarrolla un pensamiento creativo y original porque los jugadores deben tomar decisiones de manera rápida bajo presión.  
  • Enseña a planificar y anticiparse a los movimientos del contrincante.
  • Potencia el autocontrol y el buen juicio.

Existe todo tipo de opiniones y debates sobre si es o no es un deporte. Pero tanto el incuestionable esfuerzo físico como la opinión del Comité Olímpico Internacional es lo único que hace falta para afirmar que el ajedrez sí es un deporte.