¿Cuántas veces has pensado en empezar a hacer deporte y al final todo se ha quedado en un simple propósito? Seguro que más de una vez, como a todos nosotros. En este post vamos a darte una serie de consejos a tener en cuenta a la hora de tomar esta decisión tan pesada, y vamos a explicarte cómo elegir un gimnasio en el que estés cómodo. ¡Vamos a hacer que la pereza se convierta en ganas! Así que ya sabes, si quieres dejarte de excusas y alcanzar tu objetivo, quédate en este post y nos encargaremos de aclararte todas las dudas que te puedan surgir para que puedas elegir tu gimnasio ideal.
1. La importancia de un gimnasio cerca de casa
Un aspecto a tener en cuenta y que es importante a la hora de elegir nuestro gimnasio es su ubicación, ya que será determinante a la hora de la verdad. Debemos encontrar uno que esté cerca de casa, aunque también sirve que esté próximo al trabajo.
Un consejo para la gente que vive en ciudades grandes es tener muy en cuenta las franquicias, ya que estas suelen tener varios locales repartidos por toda la ciudad y seguramente tengamos haya uno cerca de casa y otro cerca del trabajo. Así, es posible aprovechar cualquier rato libre que tengamos.
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2. Actividades para entrenar de un modo dinámico
Algo que también debemos tener en cuenta son los servicios y actividades que nos ofrecen, ya que no sirve de nada si no tiene las máquinas o clases que estamos buscando.
Lo primero es tener claro qué tipo de ejercicio vamos a hacer: cardio, pesas, crossfit, máquinas o piscina, entre muchos otros. ¿Y si nos gustan las actividades con monitor? Debemos estudiar si nos interesa entrar en una clase de zumba, de pilates o yoga o incluso desestresarnos con una intensa sesión de body combat.
Casi todos tienen sala de musculación y máquinas, por lo que si esto es lo que estamos buscando no tendremos problema. En cambio, para el resto de opciones habrá que preguntar antes de hacer nuestra selección.
3. Ambiente: que el gimnasio sea como tú
El ambiente en estos sitios es importante, ya que de esto dependerá que estemos tranquilos haciendo ejercicio o que nos sintamos incómodos. Es un aspecto a valorar tanto en el uso de máquinas como en las clases. De hecho, es posible que en nuestras horas libres haya tanto aforo que ir al gimnasio nos resulte hasta desagradable.
Para evitar problemas, es recomendable visitar el gimnasio previamente, en la misma hora a la que iríamos. Ahí se podrá comprobar la cantidad y tipo de gente, y si nos sentimos bien con ello. Porque el tipo de gente es importante: no es lo mismo un público joven que de mayor edad.
En definitiva, los clientes que tenga y cómo esté de lleno, junto al tipo de música que pongan en el gimnasio, hará que podamos ir tranquilamente a hacer ejercicio o que no estemos cómodos y dejemos el gimnasio de lado.
4. Precio: míralo bien antes de elegir gimnasio
Como siempre, el precio es un factor determinante. Hay muchos tipos, precios y también formas de pago. De hecho, existen ofertas anuales o referidas a la matrícula y demás, lo que permiten ahorrar en la inscripción del gimnasio -y te harán sentirte obligado a no abandonar-. Siempre debes comparar los precios con los servicios y actividades que ofrece ese gimnasio y pensar si te compensa pagar más para tener a tu disposición más actividades que realizar, o más facilidades, como por ejemplo, servicio de toallas gratuito o incluso taquillas permanentes.
¿Qué extras podrías tener que pagar en el gimnasio?
- Matrícula. Aunque te la podrías ahorrar con algunas ofertas muy comunes.
- Mensualidad / bono anual. Te recomendamos la mensualidad si no sabes si vas a seguir mucho tiempo, pero si ya estás acostumbrado a una rutina de gimnasio, el bono anual te permitirá un importante ahorro.
- Toallas. Más útil de lo que piensas: evita llevarlas de un lado para otro y tener que lavarlas cada vez que las uses.
- Entrenador personal. Todo un privilegio, pero puede suponer una diferencia importante en cómo es el entrenamiento.
- Parking. Llega y aparca, poco más que explicar.
- Clases. Te enseñarán a hacer deporte una forma más amena y dinámica conociendo gente nueva (Mejor que Tinder).
- Piscina. Muy valorada para personas con problemas de espalda.
- Material. candados, taquillas, merchandising, etc.
5. Instalaciones y material
¿Cómo es el centro? Esta es una pregunta muy común a la hora de hablar de un gimnasio, porque hay varios tipos, cada cual con sus características.
Hay que tener en cuenta, como hemos dicho antes, el tamaño, cómo son las taquillas, el número y estado de las máquinas o si facilitan toallas. Pero también hay que fijarse en el material: que esté en buen estado, limpio y sin ningún defecto. En definitiva, que sea un lugar donde se renueven y mantengan los equipos para hacer fácil el entrenamiento. A esto se suma la parte de vestuarios, que si son amplios y disponen de taquillas, duchas… o hasta secador de pelo, la experiencia puede ser completa.
6. Limpieza: los usuarios son la clave
La limpieza juega una parte fundamental. Deben cumplir con las normas de higiene y limpieza, tanto en las salas de máquinas y clases, como en los vestuarios y áreas adicionales de servicios (jacuzzis, saunas, piscinas o baños de vapor). También deben contar con espacios para guardar el material de forma ordenada y taquillas para guardar tus cosas mientras que estás ahí.
Pero quizá lo más importante sea la educación de los usuarios. ¿Son limpios? ¿Limpian las máquinas después de usarlas? Este punto es clave, no se ve a simple vista y, sin embargo, puede generar hartazgo con el tiempo una vez uno se ha inscrito al club de fitness.
7. ¿Elegir un entrenador personal?
Un servicio cada vez más común: poner a disposición del usuario a profesionales de la salud y el deporte, incluso a nutricionistas, para apoyar y acompañar en todo el proceso. Los hay comunes, que atienden a los usuarios que tienen dudas, o particulares.
Estos últimos suponen un pago -importante- extra. Sin embargo, quien pueda permitírselo, deberá valorarlo, ya que sabemos que la experiencia cambia y los beneficios son incalculables: hay un compromiso y un horario que no podemos saltarnos, se crean hábitos y entrenamientos específicos para los objetivos de cada persona y, por si fuera poco, se enseña cómo hacer cada movimiento para ganar lo máximo en eficiencia y evitar lesiones.
9. Tecnología y cobertura
En el mundo que vivimos hoy, esto es fundamental. Hay máquinas que permiten trackear el ejercicio en una app, que te permiten aprender inglés mientras corres en la cinta o que, símplemente, ponen a tu disposición Spotify para escuchar tus listas favoritas.
Además, tener buena cobertura y/o WiFi es relevante para no estresarnos cuando queramos subir esos selfies demostrando nuestros avances a nuestros amigos en WhatsApp, no tan amigos en Instagram e incluso a nuestros ligues de Tinder.
10. Cotillea las redes sociales del gimnasio antes de elegir
En la misma línea, las redes sociales hablan. Recomendamos cotillear los perfiles que tenga el gimnasio para entender su día a día, ver las opiniones de sus usuarios más veteranos y poder despejar todas las dudas que puedan surgirnos. Además, es un pequeño gesto que puede evitarnos un disgusto si el gimnasio, después de todo, no ofrece lo que promete
Si sigues con dudas, en SportAdvisor tenemos algunas recomendaciones, como: el gimnasio CityFit, el gimnasio Noru, Crossfit Anteus o el Club Deportivo Metropolitano.
Son muchos los puntos a tener en cuenta a la hora de empezar a ir al gimnasio y posiblemente tengas que priorizar unos sobre otros, pero vale la pena invertir tiempo en investigar, buscar y encontrar el que mejor se adapta a ti y a tus necesidades para no tirar la toalla a las pocas semanas y conseguir tus objetivos. Recuerda que tu salud es lo primero.
